SEMBRAR NOS UNE
Restaurando ecosistemas degradados: nuestra responsabilidad en la lucha contra el cambio climático
Recuperando la vida verde: Siembra masiva de árboles en áreas de influencia de Oleoducto de Colombia con el proyecto Sembrar nos une
En un esfuerzo por restaurar y preservar los ecosistemas degradados, se ha llevado a cabo la gestión de siembra de árboles en los municipios de Puerto Berrío, Remedios, Caucasia y Zaragoza. Con un total de 14 mil árboles sembrados hasta el momento, esta iniciativa busca recuperar los servicios ecosistémicos perdidos debido a actividades mineras, ganaderas y la tala indiscriminada de bosques.
Las especies nativas han sido el enfoque principal de esta labor, con árboles como barcos, campanos, caracolí, selva, roble, guayacanes, entre muchos otros, siendo sembrados en predios públicos de los municipios mencionados.
Además de la importancia de la producción de oxígeno y la purificación del aire, estas reforestaciones tienen un impacto significativo en la conservación del suelo, evitando la erosión y mejorando la fertilidad. Asimismo, contribuyen a mantener los ríos limpios y actúan como refugios para la fauna silvestre, buscando restablecer el equilibrio natural y el retorno de las especies que han sido desplazadas debido a la deforestación.
La temperatura del suelo también se ve reducida gracias a la presencia de estos árboles, mientras que los nutrientes se regeneran y el paisaje se embellece. Estas reforestaciones no solo se alinean con la meta del gobierno nacional de sembrar 180 millones de árboles, sino que también buscan recuperar y mejorar los servicios ecosistémicos en estas zonas.
“Estamos muy satisfechos con las reforestaciones que estamos llevando a cabo en las áreas de influencia de Oleoducto de Colombia”, comenta Luisa Fernanda Méndez, Ingeniera ambiental para en el proyecto Sembrar nos une. “Estas áreas habían sido degradadas por diversas actividades humanas, y nuestro objetivo es restaurar y proteger estos ecosistemas tan importantes para nuestra biodiversidad”.
La siembra de árboles en predios públicos ha sido posible gracias a la colaboración entre diferentes entidades y organizaciones locales, quienes han trabajado de la mano para lograr este impacto positivo en el medio ambiente.
Además de los beneficios ambientales, estas reforestaciones también tienen un impacto social significativo. “Estamos generando empleo para la comunidad local, ya que se requiere mano de obra para llevar a cabo estas siembras masivas”, agrega Luisa. “Es una forma de involucrar a la comunidad en la conservación de su entorno y promover un desarrollo sostenible”.
Con esta gestión de siembra de árboles, se espera que estas áreas se conviertan nuevamente en refugios para la fauna silvestre y en espacios verdes que brinden múltiples beneficios a la comunidad. Es un paso importante hacia la recuperación de los ecosistemas y la construcción de un futuro más sostenible.
La conservación del medio ambiente es uno de los mayores desafíos que enfrenta la humanidad en la actualidad. La creciente presión sobre los recursos naturales y la intensificación de la actividad humana están generando una serie de problemas ambientales graves, que van desde la degradación de los ecosistemas hasta la pérdida de la biodiversidad y el cambio climático. Por esta razón, es fundamental que se tomen medidas concretas para contribuir a la conservación del recurso hídrico y la biodiversidad, mitigar el cambio climático y restaurar los ecosistemas degradados por actividades antrópicas.
En este contexto, nos hemos unido a la iniciativa del gobierno nacional de Colombia, como parte de su estrategia de responsabilidad social y ecológica, para llevar a cabo el proyecto “Sembrar Nos Une”.
Un programa de Oleoducto de Colombia que responde a los compromisos internacionales de Colombia y contribuye a los Objetivos de Desarrollo Sostenible, especialmente al objetivo 13 de Acción por el Clima y al objetivo 15 de Vida de Ecosistemas Terrestres. Nuestra alianza con autoridades locales y organizaciones públicas o privadas nos permite generar un desarrollo sostenible en las comunidades y territorios donde tiene presencia el Oleoducto, a través de un relacionamiento estratégico y la ejecución de proyectos que generen un mayor impacto social.
Especies que hemos sembrado:
Ceiba verde: árbol nativo de América tropical que pertenece a la familia Malvaceae y al género Pseudobombax. Tiene una copa globosa y hojas compuestas con siete folíolos. Tiene flores solitarias de color crema y frutos en cápsula con semillas algodonosas. Es un árbol caducifolio que puede alcanzar hasta 35 metros de altura y tolera suelos pobres y con nivel freático alto.
Guayacán de Manizales: es un árbol nativo de América tropical que puede alcanzar hasta 20 metros de altura y tiene flores blancas grandes. Es una especie importante para el arbolado urbano porque tolera la contaminación y las condiciones climáticas variadas.
Guayacán Amarillo: árbol nativo de América tropical que puede alcanzar hasta 35 metros de altura y tiene flores amarillas muy vistosas. Es una especie que crece en los bosques secos y que pierde sus hojas en condiciones de sequía.
Guayacán rosado: árbol nativo de Centroamérica y Suramérica que puede alcanzar hasta 40 metros de altura y tiene flores rosadas o moradas muy llamativas. Es una especie que crece en los bosques húmedos y que pierde sus hojas en la época seca.
Suribios: árbol nativo de América Central y Suramérica que puede llegar a medir 20 metros de altura y tiene hojas compuestas con una glándula circular entre cada par de pinas. Tiene flores blancas o rosadas en espiga y frutos en legumbre con semillas circulares. Es una especie que mejora las características del suelo, ayuda a estabilizar los cauces fluviales y atrae a la fauna polinizadora, especialmente las abejas
Ébanos: género de plantas que pertenece a la familia Ebenaceae. Este género tiene más de 700 especies de árboles y arbustos, la mayoría nativos de las regiones tropicales. Algunas especies son valoradas por su madera dura y oscura, conocida como ébano, y otras por su fruto comestible, llamado caqui o persimón.
Búcaro: árbol nativo y distribuido en el trópico húmedo de América Central y del Sur, mide hasta 20 metros de altura, con copa amplia y hojas compuestas trifoliadas. Tiene flores naranjas en racimo y frutos en legumbre con semillas circulares. Es una especie que mejora las características del suelo, ayuda a estabilizar los cauces fluviales y atrae a la fauna polinizadora.
Caracolís: es un nombre común que se usa para varias especies de árboles del género Anacardium, que pertenecen a la familia Anacardiaceae y son nativos de América tropical. Estos árboles tienen hojas simples y alternas, flores pequeñas y frutos en forma de nuez o drupa. Estos árboles tienen usos alimenticios, medicinales e industriales.